Salillas de Jalón

Historia.

Cristóbal Guitart, al tratar del castillo de Salillas, se refiere al estudio realizado por Carlos Lalinde Corbera “Nota documental sobre el señorío de Salillas de Jalón (Zaragoza) en el siglo XII”, publicado en Turiaso, IV, Tarazona, 1985. Según el mismo, Salillas fue poblada por Ramón de Labarca y García de Valencia en 1143; pero ya el año 1180, tanto el castillo con la villa habían pasado a la Orden de San Juan de Jerusalén. Fue concedida Carta de población en 1318 por Martín López de Rueda y ya había población musulmana. Pasó al Monasterio de Veruela y después, en 1455, a Lope Ximénez de Urrea, señor de Épila; consecuentemente perteneció a continuación al condado de Aranda.

Qué Visitar. 

• Urbanismo. La torre del señorío La “Casa de los moros” es un edificio singular en la población que, en sus principios, fue la torre del Señorío. Está construido en tapial reforzado con ladrillo en las esquinas; su planta es rectangular y mide unos 14 x 8 metros; la altura supera los 14 metros; tuvo en la última planta buhardas defensivas, ya que se han conservado las ménsulas sobre las que se apoyaban. El edificio está muy cambiado al haber servido de viviendas en los últimos tiempos. Actualmente está en restauración y se rehabilitará para fines culturales.
  Cerca de la población se conservan restos de otro edificio que posiblemente fuera de construcción árabe; se dice que se comunicaba con la torre del Señorío.
  Una calle que pasa junto a la torre se adentra en la población hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento, remozado hace poco tiempo. De la misma parten dos calles, a derecha e izquierda, con otras que las cruzan; alguna de ellas acaban en callejones ciegos. Hay casas de interés en estas calles y la arquitectura es la propia del valle del Jalón.
• Las cuevas. Son viviendas excavadas en una elevación del terreno sobre la vega. Concepción Sevilla ( ADOR-7, pág. 208) distingue entre las que están excavadas en un plano inclinado o las horadadas en plano horizontal. Algunas de ellas han sido ampliadas hacia el exterior para ampliar el número de estancias. Lo más característico son las chimeneas, a veces pintadas de colores, que aportan una imagen llamativa al paisaje.
• Iglesia parroquial de San Martín. Edificio construido en ladrillo y tapialete de piedra de Calatorao; el basamento es de mampostería y los esquinazos y verdugadas de ladrillo.