Chodes

Historia.

Ya en el Fuero de Calatayud, de 1131, se cita la “peña” de Iodos” al señalar los límites del territorio por la vertiente oriental.

Es probable que ya existieran en ese momento tanto el castillo como el lugar de Chodes el viejo. Se situaba en la parte más alta de la montaña que vigila el desfiladero del río Jalón, aguas abajo de Morata.

En 1260, según Cristóbal Guitart, Chodes era de don Artal de Luna, a quien se lo disputaba Gonzalo Fernández de Azagra.

En 1283 pertenecía a Lope Ferrench de Luna y a sus sucesores hasta su extinción en 1382. Después pasó a los Martínez de Luna, condes de Morata.

Del viejo castillo sólo queda un paño de muralla de tapial y piedras al borde de un precipicio sobre el desfiladero del Jalón Iodes tenía 17 fuegos en 1495, todos ellos moros también. Chodes en 1610 tenía 63 fuegos de moros, cerca de 300 habitantes, de los cuales 238 salieron por Navarra.

Tras la expulsión de los moriscos en 1610, algunas localidades aragonesas quedaron prácticamente despobladas y hubo que proceder a una nueva repoblación. En algunos casos incluso se procedió a la creación de nuevos lugares con un urbanismo más moderno; es el caso de María de Huerva; ya en 1624 se diseñó un nuevo pueblo en el llano, junto al río, con una calle larga, al final de la cual estaba la iglesia, y otra perpendicular, creando así una plaza en el cruce.

El caso de Chodes es algo diferente. Tras la expulsión de 1610 el viejo pueblo de la montaña siguió habitado por algunos moradores que cultivaban las tierras del conde de Morata; pero, según se deduce de la documentación conservada, estos moradores estaban en muy malas condiciones, ya que las casas se estaban desmoronando y las tierras de cultivo quedaban alejadas del pueblo.

Ante el peligro de la emigración, el conde de Morata decidió construir un pueblo nuevo en el llano, en el término de “Capurnos”, lugar muy próximo al palacio que se estaba edificando en Morata de Jalón.

Para ello contrató nuevamente al arquitecto Juan de Marca y el 28 de mayo de 1676 se firmó la capitulación para la construcción de veinticuatro casas. En 1678, catorce de los labradores de Chodes pedían al señor la venta y usufructo de catorce casas con sus corrales, de las veinticuatro construidas.

• Castillo. Del viejo castillo sólo queda un paño de muralla de tapial y piedras al borde de un precipicio sobre el desfiladero del Jalón.
• La plaza de Chodes. Como se ha dicho, el pueblo de Chodes es un conjunto urbanístico de excepcional importancia, que responde a un plan perfectamente estudiado.

El arquitecto Juan de Marca, que estaba muy ligado al conde de Morata, fue sin duda quien realizó el trazado y la planta. Por toda la obra recibiría el arquitecto 2.690 libras jaquesas en concepto de jornales, trasportes, madera, piedra para los arcos, etc.

• Iglesia parroquial de San Miguel. Como ya se ha dicho, el espacio correspondiente a una cuarta portada, la que da al este, se reservó para construir la iglesia. Tiene una sola nave de cinco tramos, capillas laterales; dos en el lado del evangelio y una en el de la epístola y cabecera plana, con coro alto a los pies. Se cubre con bóveda de lunetos y cúpula ciega en el falso crucero.